Crevin se estableció en 1976 en un momento marcado por el cambio y el positivismo. Crear algo nuevo y significativo era el desafío y se convirtió en nuestro lema a lo largo de los años.
Inicialmente, nuestros activos más valiosos fueron nuestra maquinaria, la tecnología y la calidad de nuestros productos. Sin embargo frente a un mercado muy competitivo a comienzos del siglo XXI, basamos nuestro negocio en la conexión humana, creando enlaces con los equipos de diseño de nuestros proveedores y clientes, a la vez que conectamos con los usuarios finales, preocupados por un estilo de vida basado en la sensibilidad estética y el aprecio por la innovación.
Cuando pensamos en el futuro, vemos una comunidad creativa de “partners” con ideas afines, compartiendo experiencias, conocimientos y pensamientos creativos para empujar la tradición hacia un desarrollo de productos sostenibles y significativos, con la convicción de que "hacer negocios" no es sólo un reto atractivo, sino algo que puede convertir el mundo en un lugar mejor para vivir.